Después de Roth he estado unas semanas racaneando con los entrenos, la dieta, y con el triatlón en general. Creo que me hacía falta portarme un poquito mal para volver a tener ganas de empezar a hacer las cosas bien. He cogido entre 2-3kg. y las sensaciones son mediocres, pero bueno, todo dentro de lo normal.
Con todo esto el pasado Sábado día 30 me presenté en el triatlón de Castro. Es curioso como hay pruebas que casi nunca puedo hacer por los Ironman, como Alto Ebro, pero en cambio Castro me cuadra casi todos los años. Y me alegro porque la verdad es que es de los pocos triatlones que merece la pena correr en Cantabria.
Pues con cero motivación y cero ganas empezaba la prueba, como en todas las pruebas que estoy haciendo este año, con sol y calor. Está haciendo un verano de pena en Cantabria. Llueve 9 de cada 10 días pero el día que hay competición, ¡ZAS!,día de verano. La natación que hice fué mas bien mediocre, sin grandes sensaciones y saliendo en un puesto discreto. En la bici me sorprendí bastante porque tuve muy buenas sensaciones desde el principio. Fui pasando gente sin parar hasta coger a Victor y colocarme 3º. Ahí vi que venían fuertes Bizkarra y Tejería y junto con Victor llegamos juntos a la T2. En la carrera a pie salí mas o menos fuerte pero rapidamente me di cuenta de que no estaba para correr a ritmos altos. Mi cuerpo me pedía ir a ritmo de larga. Asfixiado y sin mucho gas fui tirando sin sufrir demasiado. Perdí un par de puestos pero todavía fuí 9º en meta. Creo que dentro de lo normal e incluso algo mejor para lo que he hecho después de Roth. Ganamos por equipos, Victor en sub-23 afianzando además el liderato en el Circuito y Emi en V-1 así que salvamos el día.
Al revés que el refrán, después de la calma va a llegar la tempestad, y ya toca ponerse las pilas. Esta semana empieza un mes duro para ponerse otra vez al 100% para el Ironman de Gales así que toca volver a bajar peso, entrenar, y en definitiva, cuidarse.
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